La Tuerca Habla
Pensábamos que las piedras no hacían daño. Crecíamos sin infortunio: llegábamos a casa esperando otra batalla. Un día llegó el momento de elegir entre la ausencia y el protagonismo, la elección no valía para nada, teníamos asignada una vida de la que sólo podríamos salir soñando. Los sueños empezaron a no consolar y por todas partes escuchábamos nuestra importancia, la relevancia de nuestros roles. Empezamos a ponernos tristes buscando una salida, intentando resaltar nuestra unicidad para sentirnos vivos, y esa búsqueda también era un sueño, y cada intento una huida. Los libros de autoayuda nos hablaban del silencio interior, del hombre completo, indagamos y fracasamos de nuevo. Todo estaba perdido, muchos pensábamos que no había nada que hacer con la vida (n2dwl), miramos a la maquinaria y nos dimos cuenta que era el único atisbo de realidad, y empezamos a sentirnos tuercas felices.
Pos by Andrew
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floy -
Sergei -